Restauran Tepeyac, una “joya” silente del cine de ficción nacional
-
Mañana será proyectada en el auditorio Bernardo Quintana del Palacio de Minería
-
“Es una película empírica hecha por gente que no tenía oficio”, afirma Albino Álvarez, de la Filmoteca de la UNAM, quien califica el proceso de rescate como un “trabajo artesanal fino”
por Juan José Olivares
Periódico La Jornada Miércoles 28 de febrero de 2018, p. 6
Tepeyac, “filme canónico” que aborda por primera vez en la historia del cine mexicano el origen del culto a la Virgen de Guadalupe, es otra de las joyas del cine nacional que, gracias a la Filmoteca de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), podrá volver a ser apreciada.
Rodada en 1917, se proyectará mañana en el contexto de las actividades de la 39 Feria Internacional del Libro del Palacio de Minería. La película fue musicalizada por el pianista José María Serralde, director del Ensamble Cine Mudo.
La restauración de Tepeyac, fue lograda de manera íntegra con recursos técnicos de la Filmoteca de la UNAM y con el apoyo de la Academia Mexicana de Artes y Ciencias Cinemagráficas (AMACC). Este filme, El tren fantasma, El puño de hierro y La banda del automóvil gris “son las únicas cintas nacionales del periodo silente con argumento; es decir, películas de ficción hechas con actores”.
“Registros documentales”
Lo demás que existe en el cine mexicano de ese periodo “son registros documentales o noticieros, pero no cintas de ficcion, por eso es una joya”, comenta a La Jornada Albino Álvarez, subdirector de Rescate y Restauración de la Filmoteca de la UNAM.
De Tepeyac, que fue adquirida por la universidad, “sólo había una copia positiva para exhibición”, señala Álvarez, quien presentará la película, en formato devedé y con la música grabada de Serralde.
Tepeyac, cuenta el equipo de restauración, fue rescatada a partir de una copia en el soporte original de la película, nitrato de celulosa de un duplicado positivo que se encontraba en mal estado. La cinta presentaba rayas, manchas por la base y la emulsión, así como pegaderas evidentes y variaciones intensas de luz.
En total se restauraron 49 mil 110 fotogramas, que fueron limpiados de forma manual, de los cuales 107 eran intertítulos y en los que se usó la misma tipografía respetando los originales.
Las diferentes etapas para realizar la tarea de restauración de Tepeyac fueron: “estabilización, flicker, limpieza de automáticos de manchas blancas y negras, remoción de scratch y corrección de color”.
Se trata de un largometraje que ha enfrentado momentos importantes como que se filmó en el mismo año en que se promulgó la Constitución, que planteaba restricciones en cuanto a religión-educación.
El largometraje también hace referencia a la obra del escritor liberal Ignacio Manuel Altamirano, La fiesta de Guadalupe, de la que se utilizaron citas textuales que fueron integradas como parte de los intertítulos.
Los realizadores Carlos E. González y José Manuel Ramos, comentó Albino Álvarez, “se aventuraron a producir a partir del texto de Altamirano. Pensaron hacer negocio con esta cinta, pero no les fue bien”.
El también cineasta destaca que Tepeyac muestra “escenas documentales de la Villa, de Ciudad de México, así como una peregrinación que lleva el estandarte original de la Virgen de Guadalupe que portó el Cura Hidalgo”.
Para el documentalista “es una cinta empírica hecha por gente que no tenía oficio de cine, muy amateur, y eso se nota, por ejemplo, en problemas de continuidad, narrativa, o en su influencia teatral”.
Álvarez resalta que la restauración fue un trabajo artesanal fino que se logró con éxito.
Musicalización
La música creada para la cinta ha tenido varias presentaciones, ha sido grabada para TV UNAM y ejecutada en diversas sedes. A lo largo de estos años ha ido modificándose, al igual que el Ensamble de Cine Mudo, que dirige José María Serralde, quien para la actual versión buscó mejorar las conexiones con la finalidad de hacerlas más virtuosas; el score final quedó en un solo de piano de Serralde. “Su propuesta es, en cierto sentido, mucho más simple, pero resulta efectiva en términos cinematográficos y narrativos”.
La exhibición de la película, restaurada digitalmente, se llevará a cabo el primero de marzo a las 5 de la tarde en el auditorio Bernardo Quintana del Palacio de Minería, en Tacuba 5, Centro Histórico.